Creemos que, hay un lugar y un tiempo que nos acontecen, luces de un oscuro atardecer, lleno de lĂneas y puntos que no logro comprender, una plaza vacĂa llena de puchos sin vida, los miro fijo, sosteniendo uno en mi mano, preguntándome el por quĂ© de sus ojitos bondadosos, inocentes, obligados a madurar de repente, no quieren llorar quieren ser fuertes, para los que si lloran, pero no siempre se puede sostener el mundo, bebĂ©, ni a la tristeza de los demás. En esta tarde de noche, donde el mundo sigue su constante compas, intento obtener respuestas de este acontecimiento, que no deberĂa acontecer, escribiendo y borrando con la goma que alguna vez te robĂ©, pensando en tu sabidurĂa, en las cantidades de amor que recibĂs, que das, que se mueve, que te va a llevar a pasear por nuevos acontecimientos.